Que extraño, nunca había sentido este nivel de colapsamiento en mi cuerpo y cerebro, siento una invasión en todo mi ser, el cansancio recorre mis venas como si fuera un veneno letal, pero estoy tranquila se que podré salir de este hoyo profundo en el cual e entrado sin voluntad. Soy un niña que ya empieza a ver las responsabilidades de una mujer grande y madura, asumí diversos compromisos sin llegar a medir el tiempo que había que dedicarle a cada uno, no me arrepiento, si los acepte es porque me sentía capacitada para aquello y es ahora donde debo demostrar mi capacidad. La vida es compleja, suceden cosas inesperadas, cosas que uno piensa que no sucederán nunca, hay esta el ejemplo mi abuelita la que falleció mientras se encontraba de vacaciones en Pichilemu y encontró un viaje sin retorno a casa, pero lo supere, y me resguarde en la mujer que ayudo a mi madre a cuidar a mis hermanos cuando eran pequeños y ella trabajaba. Aquella mujer trabajadora, fuerte, humilde y cariñosa esa que nos dio la fuerza para superar diversos obstáculos y que ahora por esas cosas del destino esta mal en el hospital, yo entiendo y comprendo que es una mujer mayor, pero la impotencia de no poder hacer nada me da tristeza, yo no soy creyente pero en este momento espero que mi abuelita desde el cielo, otorgue la sabiduría y tranquilidad a mi familia para superar todo esto.
viernes, 10 de agosto de 2007
Suscribirse a:
Entradas (Atom)